Saturday, July 11, 2015

EL VOTO LATINO/HISPANO: BALON POLITICO EN LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES DEL 2016 DE LOS EEUU

EL VOTO LATINO/HISPANO: BALON POLITICO EN LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES DEL 2016 DE LOS EEUU - Y LOS INDOCUMENTADOS ESTAN DE POR MEDIO






Dra. Alina Aldape
Abogada Empresarial Internacional / Comentarista Temas Globales, Política/Economía de los EEUU / Competitividad
CEO, 21 Club 4 Leaders the 21st Century Requires
Twitter  @DRA_ALINA_ALDAP  @ACE_CHEERS2U


Los Estadounidenses les llaman a las temporadas de campañas electorales – sobre todo a las presidenciales – “silly seasons” o sea, temporadas durante las cuales abundan las promesas fáciles, el decir y hacer burradas, y cosas verdaderamente fuera de serie en su nimiedad y ridiculez. Las elecciones presidenciales en los Estados Unidos del 2016, para las cuales las campañas ya dieron inicio, definitivamente no son la excepción, y el voto Latino/Hispano está muy de por medio - con el polémico tema de los indocumentados al centro del debate, sobre todo a raíz del homicidio en San Francisco el 1o de julio, 2015, en un muelle turístico, de una joven americana por un indocumentado, el fallo que se avecina del tribunal de apelación considerando al DAPA, y los comentarios del candidato a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump.

Por lo mismo, desafortunadamente para los más de 11,000,000 de indocumentados Mexicanos que se encuentran de alguna manera atrapados del otro lado del Rio Bravo gracias al endurecimiento de las políticas inmigratorias de los Estados Unidos, se han convertido en un balón político para lograr agendas ajenas en las elecciones presidenciales del 2016. Una burrada que dista mucho de ser chistosa, pero de la cual los indocumentados harían bien de cuidarse mucho y extremar precauciones.

Para empezar, estemos claros: todo el discurso del Presidente Obama respecto a una reforma inmigratoria, es dientes para afuera. Sus bases políticas más fuertes y sólidas siempre han sido – y siguen siendo - los sindicatos y los afroamericanos, y tanto ellos como él, jamás han estado de acuerdo con la legalización de los indocumentados. Consideran que los últimos compiten por sus trabajos y que presionan los salarios a la baja.

Sin embargo, siendo ésta la administración más ideológica de los tiempos modernos, hay otros factores políticos que entran en la ecuación y que toman precedencia: (1) destruir a los Republicanos, o por lo menos, infligirles el mayor daño posible, (2) a través de la demografía, convertir a los estados “rojos” (estados que tienden hacia los Republicanos) en estados “azules” (estados que tienden hacia los Demócratas) o por lo menos “morados” – muy a pesar de que en general, el desempeño económico de los estados rojos es bastante superior al de los estados azules; y (3) la elección de otro presidente Demócrata que mantenga en pie el legado de la administración del Presidente Obama.

Traducción: dando por hecho que los Latinos/Hispanos votan en su gran mayoría Demócrata, los Demócratas no sólo necesitan que salgan a votar, pero que lo hagan en grandes números en las elecciones presidenciales del 2016. Cosa que no hicieron en las elecciones intermedias del 2014, y la razón por la cual el Presidente Obama y los Demócratas atribuyen en parte sus pérdidas históricas a todos los niveles del gobierno.

Por ende, a finales del 2014, el Presidente Obama declaró que su administración cambiaría la ley inmigratoria e implementaría por fíat ejecutivo el programa “DAPA” – “Deferred Action for Parents of American Citizens and Lawful Permanent Residents” – (un programa de acción diferida para los padres de ciudadanos Americanos y residentes legales en los Estados Unidos), a sabiendas de que habría un “push-back,” es decir, un esfuerzo concertado para echarlo para atrás por los Republicanos.

El “push-back” se daría en parte por significar el DAPA una cierta “amnistía” para los indocumentados (para muchos Americanos, “amnistía” significa el simple hecho de regularizar de alguna manera el estatus de los indocumentados), pero más bien por el tema constitucional de la separación de poderes y el asalto tan descarado al estado de derecho. Acorde a la Constitución de los Estados Unidos, modificar y/o cambiar la ley es atribución exclusiva del legislativo. 

El mismo Presidente Obama ya había declarado 22 veces que el carecía el poder de cambiar la ley por su cuenta, al no ser rey de una monarquía. Por lo tanto, cuando el Presidente Obama - un ex profesor constitucionalista - deliberadamente declaró al presentar el DAPA, que en efecto la administración estaba cambiando la ley sin la aprobación del Congreso, se interpretó prácticamente por todos - comentaristas, analistas políticos y miembros de ambos partidos - como una provocación y un enfrentamiento especialmente premeditado e intencional. Pero el Presidente Obama sabía lo que hacía: por un lado presentar un plan tentador, y por el otro sabotear cualquier oportunidad de que de verdad avanzara.

Así, no sorprendió que 26 estados de la Unión Americana se juntaran y demandaran al ejecutivo para detener la implementación del DAPA. El 16 de Febrero, 2015 – un día antes de que iba a entrar en vigor - el Juez del Distrito Sur de Tejas, el Honorable Andrew S. Hanen, apoyándose en un Memorando de 123 páginas, falló a favor de los demandantes y en contra de la administración del Presidente Obama, deteniendo la implementación del DAPA. Mientras que su fallo hizo hincapié en que la administración no siguió el proceso delineado por la Ley de Procedimientos Administrativos, también subrayó que lo que pretendía la administración del Presidente Obama no se podía calificar como discreción de implementación, sino que definitiva y efectivamente era un cambio significativo a la ley, y eso es prerrogativa exclusiva del legislativo. 

Perfecto. Apariencias por lo contrario, un fallo muy acorde a los planes de la administración para mantener vivo el tema, a la vez de hacer creer que son los Republicanos los que están obstaculizando el progreso en materia de inmigración. Y de hecho, inicialmente, la administración del Presidente Obama iba a dejar ahí las cosas. Sin embargo, ante la presión de grupos Latinos/Hispanos, la administración decidió mejor:

(1)  Solicitarle al Juez Hanen que suspendiera su fallo mientras que se apelara el mismo al 5th Circuit (el tribunal de apelación que le corresponde al estado de Tejas);
(2)  Al mismo tiempo, apelar el fallo;
(3)  Ver si se pudiese proceder con el DAPA en los estados no demandantes; y
(4)  Lo más importante: dar discursos como si estuvieran ya en campaña, argumentándole a los Latinos/Hispanos que si querían un congreso que les aprobara una reforma inmigratoria, tendrían que salir a votar en el 2016 – pasando por alto que cuando la administración del Presidente Obama tuvo control de los tres poderes de la nación y pudo haber sacado una reforma inmigratoria a su gusto y antojo, no lo hizo, y que por lo mismo, no hay garantía alguna de que al volver a tener los tres poderes de la unión en sus manos, vaya a hacer lo propio...

El 9 de Marzo, 2015, el juez Hanen se negó a suspender su fallo, por lo menos hasta una nueva audiencia para determinar si la administración le había mentido en la presentación de sus pruebas como acababa de salir a la luz. Resultó que la administración mintió, lo cual ocasionó que no sólo el Juez Hanen se pusiera furioso, sino que todo el tribunal del 5th Circuit, (“5to Circuito”), al punto que están contemplando acusar al Ministro de Homeland Security por desacato.

En cuanto a la apelación del fallo del juez Hanen, el 5to Circuito es muy conservador, contando con una mayoría de jueces nombrados por Presidentes Republicanos, y se aprecia muy difícil que lo vayan a revertir. Así, lo más seguro es que el caso llegue a la Suprema Corte de la nación, donde también se antoja difícil que vayan a revertir un fallo basado en la toma excesiva de atribuciones legislativas que al ejecutivo no le compete. Vale la pena comentar, que ésta no sería la primera vez que la Suprema Corte le corte las alas a éste ejecutivo por excederse en sus atribuciones.

Todo esto va a tomar mucho tiempo, cosa que sabe y espera el Presidente Obama. Por lo mismo, los indocumentados que pudiesen abrigarse bajo el DAPA, harían bien en esperarse a que se asiente todo el humo y se aclaren los espejos alrededor de esa iniciativa, antes de colocarse en una situación muy vulnerable a deportación si el DAPA en efecto es detenido.

De hecho, se está hablando de que si el DAPA no procede, en una de esas, también se echa para atrás el DACA del 2012 - Deferred Action for Childhood Arrivals – otro programa nacido de un fíat ejecutivo, el cual permitió que adolescentes y adultos jóvenes nacidos en el extranjero, pero criados en los Estados Unidos (los llamados “Dreamers”), pudiesen solicitar “deferred action status,” (acción diferida para ser deportados) y obtener autorización para trabajar en los Estados Unidos - poniendo en riesgo los 700,000 jóvenes que se abrigaron bajo su tutela.

Y de hecho, el 16 de Julio, 2015, se publicó la noticia - la cual confirma el vaticinio sobre el DAPA - de que agentes del FBI están buscando, casa por casa, a los que se cobijaron bajo el DAPA en desacato a la orden del Juez Hanen, para que regresen sus documentos para procesarlos bajo el DAPA; los que no regresen sus documentos, se los cancelarán.

Otra arista al problema de sacar adelante una reforma inmigratoria integral, es que a pesar de que aparentemente está mejorando la economía americana, los Americanos aún se sienten muy vulnerables y andan muy enardecidos por tener que competir con indocumentados quienes luego sienten trabajan por salarios menores, y que inclusive, se les está dando preferencia a los indocumentados sobre los mismos ciudadanos americanos en muchos rubros (tema de otro artículo).

Como lo comenté al principio de este artículo, aquí habría que subrayar que la audiencia de 10 de Junio, 2015 ante el pleno del 5to Circuito, se dió en el contexto de que justamente en esos días se estuvo desbordando un escándalo mayor por el homicidio de una joven americana que iba de paseo con su papá en un lugar turístico de San Francisco, California, por un indocumentado que ya había sido deportado 5 veces y que constaba con una trayectoria delictiva significativa. El homicidio no sólo ha puesto sobre la mesa – y ahora garantiza que será tema importante de las elecciones – el que continúen existiendo las llamadas “sanctuary cities” que han venido dándoles asilo a los indocumentados en contra de, y no obstante, las leyes federales del país, sino que está enardeciendo aún más al pueblo americano en contra de los indocumentados.

Ni hablar, entonces: tanto por cuestiones políticas como económicas, éstos no son los tiempos propicios para una reforma inmigratoria integral en los Estados Unidos – ni siquiera para una parcial. Antes del homicidio, los Republicanos habían declarado que no iban a tocar al tema de la inmigración ni con el pétalo de una rosa; pero entre las declaraciones de Donald Trump y el homicidio, ya cambió la dinámica de las campañas. De cualquier forma, por ahora los tribunales van a llevar la delantera - y éstos definitivamente les están diciendo a los indocumentados que no se hagan ilusiones . . . por lo menos no mientras que la solución a su problema se fundamente en ultrajes a la Constitución de los EEUU y al estado de derecho.

Por otro lado, los Latinos/Hispanos no son tontos: si no salieron a votar en las elecciones intermedias, es porque habían empezado a darse cuenta de que el Presidente simplemente los está bailando con sus promesas, como lo ha hecho con muchas otras promesas en otras circunstancias.

Para los indocumentados - al no poder contar en casa con aspirar a un “Mexican Dream,” el anhelo de abrazar de lleno al “American Dream,” es muy fuerte y se entiende a la perfección. Y a veces la esperanza puede más que la caución. Es su riesgo a medir. Sin embargo, se sugeriría que los Latinos/Hispanos no deberían dejarse ser balón político de nadie; menos cuando lo que se les está prometiendo a los indocumentados pudiese ser nada más que una quimera, la cual en una de esas, como se está viendo, hace a los indocumentados más, no menos, vulnerables a la deportación. Al Presidente Obama no le dicen el “Deportation King” por nada. . .


=FIN=

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