✨ EL TPP: ¿CABALLO DE TROYA PARA MEXICO? ✨
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Fabulosa semana . . .
El Presidente Obama definitivamente ha tenido quizás la mejor semana de su presidencia. El Congreso aprobó el "fast-track" para negociar tratados de libre comercio, y la Suprema Corte de los Estados Unidos le ha dado dos victorias en sucesión, sobre el llamado "Obamacare," y expandiendo el derecho de personas del mismo sexo a casarse a todos los estados de la unión americana.
Este artículo se enfocará en la que muchos a favor del libre comercio, consideran la importante victoria del "fast-track" y cómo podría afectar a la economía de México.
El "fast-track" y el TPP
El haberle brindado el Congreso americano el poder del "fast-track" al Presidente Obama - el cual agiliza las negociaciones comerciales internacionales por parte del ejecutivo, al limitar al Congreso americano a sólo poder aprobar o no tratados que se le presenten, sin poder modificarlos - seguramente repercutirá en crear un nuevo impetus para concluir el "TPP" por sus sus siglas en inglés, (Trans Pacific Partnership).
Como los conocedores saben, el TPP es un mega tratado regional, el cual se ha venido negociando desde hace unos 5 años, y el cual abarca los países de Australia, Brunei, Canada, Chile, Estados Unidos, Japón, Malaysia, México, Nueva Zelanda, Peru, Singapur, y Vietnam.
Más allá de China, la otra arista preocupante del TPP . . .
Una de las ostensibles metas del TPP es hacerle frente a la creciente influencia geopolítica y geoeconómica de China en el mundo. Sin embargo, existe otra muy importante arista, la cual es la agenda progresista y muy agresiva del Presidente Obama en materia del ambiente, laboral (la cual aparentemente incluye la imposición de un salario mínimo mundial) y de derechos humanos (los cuales, los mismos Estados Unidos no han ratificado). De hecho, el Presidente Obama ha descrito al TPP como "el tratado más progresista que el mundo ha visto." Esa declaración es motivo de mucha preocupación.
"Voy a transformar al país". . .
Una de las promesas del candidato Obama a la presidencia de los Estados Unidos, fue que como presidente él iba a "transformar al país." Lo que muchos no entendieron en ese momento, fue que su visión era la de llevar el país de ser uno capitalista - y la potencia económica No.1 del mundo - hacia uno fundamentalmente socialista, basado en sus estudios del Marxismo y el aprendizaje de sus mentores que le inculcaron su ideología de la izquierda radical, y de minimizar el rol de los Estados Unidos como líder mundial.
El Presidente Obama está logrando su propósito. Lo ha venido haciendo en gran medida de una forma digna de muchos régimes autoritarios, para el desafecto de muchos ciudadanos americanos - incluyendo de cada vez más afro-americanos, su base fuerte. Ese desafecto ya se tradujo en dos elecciones intermedias históricas que no sólo regresaron a los Republicanos al control de la Cámara Baja en las primeras, sino a que arrasaran en las intermedias del 2014, en una elección de dimensiones absolutamente *históricas,* a todos los niveles de la sociedad americana: capturando las dos cámaras del congreso, legislaturas estatales y muchas gubernaturas. De continuar el desafecto, esa ola bien podrá llevar a la elección de un presidente Republicano en el 2016.
Lo que más resienten los americanos es que la economía americana no termina de despuntar gracias a las políticas públicas de la administración del Presidente Obama, no obstante que la crisis financiera/económica del 2008 técnicamente ya concluyó. Muchos han dejado de buscar empleo, y otros tanto, están sobreviviendo trabajando de tiempo parcial en varios trabajos no bien remunerados.
Ahora, va a transformar al mundo . . .?
Y son esas las políticas que el Presidente Obama ahora quiere implementar al nivel mundial a través del TPP.
Proteger al ambiente y contar con estándares laborales justos, entre otros, son indudablemente fines meritorios. Más no preceptos que ya han demostrado que no han funcionado en ningún país del mundo para elevar los estándares de vida de sus poblaciones. Al contrario, los más afectados negativamente han sido sus ciudadanos de menos recursos. La razón que cada vez hay más voces afro-americanas hablando de su desilusión con el Presidente Obama, es que los afro-americanos no han visto mejoras en sus estándares de vida; muy por lo contrario, sus tasas de desempleo permanecen altísimas en comparación con el resto de la población.
¿Por qué el sigilo?
Aunque han habido negociaciones comerciales internacionales que se han realizado con cierta transparencia, por lo delicado de las negociaciones, no es necesariamente fuera de lo normal que se restrinja el acceso a la información a un "need-to-know-basis." Sin embargo, en el caso del TPP el acceso al texto de lo negociado se ha restringido severamente. Incluso, un congresista americano ha comentado que la seguridad alrededor del TPP supera - y por mucho - la seguridad alrededor del tratado que se está negociando con Irán.
La pregunta obligada es: ¿por qué tanto sigilo y clandestinidad? Una posible respuesta es que se evidenciaría que éste tratado va mucho más allá del comercio exterior, y sería extremadamente difícil negociarlo, porque ni los que siempre están a favor del libre comercio, estarían de acuerdo. De hecho, hay comentaristas que vaticinan que por lo mismo, éste es el último gran tratado de "libre comercio" que estará negociando los Estados Unidos, por lo politizado que se han vuelto las negociaciones de los mismos.
En una de esas, el TPP inclusive naufraga a la hora de tener que aprobarlo el Congreso americano. Gracias a la resistencia de los Demócratas, los Estados Unidos se tardaron 5 años en ratificar a los tratados que negoció con Colombia y Corea del Sur, y salvo que los Republicanos salgan al rescate del TPP, como lo hicieron con el fast-track, nada dice que el mismo necesariamente se ratificará al concluir las negociaciones.
México y el Caballo de Troya del TPP
Hablemos ahora de la participación de México en el TPP. México se tardó *décadas* en aprobar todas las reformas estructurales que por fin se lograron aprobar en la presente administración del Presidente Peña Nieto - y las cuales se espera llevarán a un mayor crecimiento económico del país. Sería una verdadera pena que por la puerta de atrás a través de un tratado con toda la finta de ser un caballo de Troya, esas reformas y/o sus efectos (con la marcada excepción de la reforma fiscal), se cancelaran.
Los negociadores mexicanos - sobre todo los empresarios mexicanos los cuales serían los primeros en resentir los efectos económicos de la agenda tan severa del tratado - tendrían que proceder con extrema caución en las negociaciones, y si definitivamente no le conviene al país el resultado final, no ratificarlo. Una cosa es que los americanos decidan que ya no quieren ser el ganso de los huevos de oro (lo cual desde luego impacta a México, pero ese tema lo tienen que resolver los americanos mismos) - y otra muy diferente es que México les siga el paso, justo cuando sin querer queriendo, va en la dirección correcta.
En particular, no hay mejor experto en el mundo para las negociaciones de tratados de libre comercio, como lo es México. Por lo mismo, si aprecia que la agenda de izquierda radical del TPP ajena al comercio exterior mermaría a la economía mexicana, más allá de los beneficios que pudiese traer la apertura comercial en materia de comercio exterior, nada detiene a México de negociar sus propios tratados con otros países asiáticos, más acordes a sus términos y condiciones, y sobre todo, para mejor impulsar su crecimiento y desarrollo económico.
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